El domingo me llamaron media hora antes de las 10 para avisarme que me tocaba jugar porque un jugador no podía ir, así que fui a toda prisa al Café Comercial y llegué justo a tiempo.
Me tocó enfrentarme con Javier García de Llano, que no tenía ELO pero había ganado las tres partidas de liga. Empezó a clavarme el caballo con su alfil y después se ayudó de la dama, pero conseguí colocar mis caballos defendiendo bien, a la vez que atacaba a su dama con uno y al alfil con un peón. Decidió mover la dama para evitar el ataque del caballo, pero eligió una casilla controlada por el otro, así que me regaló 9 puntos. El resto de la partida no tuvo mucho misterio, con tanta ventaja para mis piezas.
En el resto de mesas Fernando Fernández iba con pieza de menos, y Diego se dejó un mate aunque estaba muy igualado. Lo peor es que no vio que antes él tenía mate en cuatro, tirando dama y ayudándose del caballo. Pablo Herranz acabó perdiendo en su mesa, pero Fernando remontó por un grave error del rival y ganó poco después. Dependíamos de la partida de Gonzalo, que tenía a su rey en el centro del tablero pero amenazaba a mate en uno con dama y torre. El rival se agobió por el tiempo y se quedó sin jaques, así que tuvo que abandonar. El resultado final fue de 2-3 a nuestro favor.
Me tocó enfrentarme con Javier García de Llano, que no tenía ELO pero había ganado las tres partidas de liga. Empezó a clavarme el caballo con su alfil y después se ayudó de la dama, pero conseguí colocar mis caballos defendiendo bien, a la vez que atacaba a su dama con uno y al alfil con un peón. Decidió mover la dama para evitar el ataque del caballo, pero eligió una casilla controlada por el otro, así que me regaló 9 puntos. El resto de la partida no tuvo mucho misterio, con tanta ventaja para mis piezas.
En el resto de mesas Fernando Fernández iba con pieza de menos, y Diego se dejó un mate aunque estaba muy igualado. Lo peor es que no vio que antes él tenía mate en cuatro, tirando dama y ayudándose del caballo. Pablo Herranz acabó perdiendo en su mesa, pero Fernando remontó por un grave error del rival y ganó poco después. Dependíamos de la partida de Gonzalo, que tenía a su rey en el centro del tablero pero amenazaba a mate en uno con dama y torre. El rival se agobió por el tiempo y se quedó sin jaques, así que tuvo que abandonar. El resultado final fue de 2-3 a nuestro favor.
